Hace varios meses estaba escuchando un podcast sobre ghosting en las relaciones de pareja y en mi memoria quedó una frase de la podcaster y psicóloga clínica que decía:
Cuando alguien te ghostea en una relación de pareja, es porque no tiene la suficiente madurez emocional como para hacerse cargo de finalizar formalmente la relación.
Psicología al desnudo
Creyendo que al ghostear le está reduciendo malestar emocional a la otra persona, pero en realidad sucede todo lo contrario, porque:
- Te genera incertidumbre
- No tienes una comprensión de lo que sucedió
- Queda la sensación de culpabilidad, porque empiezas a atribuirte e imaginar todas las razones por las cuales desapareció la persona y la mayoría apuntan a ti.
Y eso me hizo pensar en el ghosting del mundo laboral, cuando participas en un proceso de selección se genera el interés mutuo, e inicias una “relación” con la empresa.
Y entras junto con la organización a evaluar si ambos se corresponden 💜, por eso en cada etapa del proceso te acercas más a la consolidación de tus expectativas, aspiraciones y también a los de la empresa respecto al cargo y la necesidad que quieren cubrir.

Pero resulta que en la última etapa con la posibilidad tan cerca de contratación, de repente la empresa y la amable reclutadora DESAPARECEN👻.
Y te das cuenta que has sido víctima de ghosting después de una semana, 15 días o meses en los que no recibiste ninguna respuesta.
Cuando esto sucede al igual que en una relación de pareja o amigos, empiezan a rondarte pensamientos relacionados con inseguridades, tratando de justificar el por qué no te contrataron.
Llegan a tu cabeza los comunes:
- Si hubiera contestado esto me habrían llamado
- Si no hubiera hablado de aquello me habrían contratado
Para después evolucionar en no tengo, lo que sé o lo que hago no es tan bueno para las empresas, o incluso llegar a concluir que hay un problema contigo.
Es decir que si estos pensamientos se mantienen en el tiempo, van a afectar tu autoconfianza, la seguridad en tus capacidades, incluso te puede generar estados de tristeza y predisposición a próximos procesos.
Por esto, si te piensas en una relación saludable con la empresa, lo que esperarías sería que hicieran contacto contigo y describan lo que ocurrió, con ello afinar tu proceso de búsqueda y hacer mejoras en lo que necesites.
Sin embargo, no siempre vas a poder controlar esta parte del proceso, y antes de que desistas de seguir presentándote a oportunidades laborales o tu autoconfianza se vea afectada. Puedes aplicar algunos ejercicios que te permitirán hacer mejoras a tu proceso, así no recibas una retroalimentación de parte de la empresa:
- Una vez finalices cada etapa de selección, autoevalúa tu desempeño anotando tus fortalezas y lo que mejorarías.
- Dale cierre a esta oportunidad laboral, identificando tus aprendizajes y dándole importancia a tu nivel de avance y desempeño en cada etapa.
- Permítete expresar tus emociones, descríbelas si te cuesta nombrarlas y apóyate en tu red para gestionar esta situación y lo que ha generado en ti
- Separa tus habilidades y conocimientos, del comportamiento de la empresa y su desaparición. Porque no necesariamente descartan tu perfil por falta de competencias, sino que hay otras variables que intervienen y no dependen directamente de ti.
Pd: Si llegaste hasta aquí vas a enterarte que esta es la primera publicación de mi Blog para hablar del trabajo y el bienestar emocional. Una oportunidad para ver el mundo del trabajo y la empleabilidad desde otras miradas y si también de relaciones porque lo que pasa en el amor no está muy lejos de lo que hay en el trabajo.
¡Nos leemos en la próxima entrega!